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20.01.2024 10:20

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La inteligencia artificial afectará a 40 puestos de trabajo % en todo el mundo

La inteligencia artificial afectará a casi el 40 por ciento de los empleos en todo el mundo, reemplazando a algunos y complementando a otros. Necesitamos políticas cuidadosamente equilibradas para aprovechar su potencial.
La inteligencia artificial afectará a 40 puestos de trabajo % en todo el mundo

Estamos en la cúspide de una revolución tecnológica que podría acelerar la productividad, impulsar el crecimiento y aumentar los ingresos en todo el mundo. Pero también podrían reemplazar empleos y aumentar la desigualdad.

El rápido avance de la inteligencia artificial ha cautivado al mundo, generado entusiasmo y preocupación y planteado importantes preguntas sobre su impacto potencial en la economía global. El efecto neto es difícil de predecir, ya que la IA afectará a las economías de maneras complejas. Pero podemos decir con certeza que tendremos que formular una serie de políticas que nos permitan aprovechar de forma segura el gran potencial de la inteligencia artificial en beneficio de la humanidad.

Cambiando la naturaleza del trabajo

En un nuevo análisis, el Fondo Monetario Internacional (FMI) examina el impacto potencial de la inteligencia artificial en el mercado laboral mundial. Muchos estudios han predicho la probabilidad de que la inteligencia artificial reemplace puestos de trabajo. Pero sabemos que, en muchos casos, es probable que la IA complemente el trabajo humano. El análisis del Fondo Monetario Internacional cubre ambas fuerzas.

Los resultados son sorprendentes: casi el 40 por ciento de los empleos del mundo están expuestos a la inteligencia artificial. En el pasado, la automatización y la tecnología de la información afectaban generalmente a las tareas rutinarias. Una de las cosas que distingue a UI es su capacidad para influir en empleos altamente calificados. Por lo tanto, las economías desarrolladas enfrentan mayores riesgos derivados de la IA –pero también más oportunidades para explotar sus beneficios– en comparación con las economías emergentes y en desarrollo.

Para las economías desarrolladas, el FMI predice que la inteligencia artificial puede afectar alrededor del 60 por ciento de los empleos. Aproximadamente la mitad de los empleos expuestos pueden beneficiarse de la inclusión de inteligencia artificial, aumentando la productividad. Por la otra mitad, las aplicaciones de interfaz de usuario pueden realizar tareas clave que actualmente realizan los humanos, lo que podría reducir la demanda de mano de obra, lo que llevaría a salarios más bajos y menos contratación. En los casos más extremos, algunos de estos puestos de trabajo pueden desaparecer.

En cambio, en los mercados emergentes y los países de bajos ingresos, se espera que la exposición al UI sea del 40 y el 26 por ciento, respectivamente. Estos hallazgos sugieren que las economías de mercados emergentes y en desarrollo enfrentan menos perturbaciones directas por parte de la IA. Al mismo tiempo, muchos de estos países carecen de la infraestructura o de la fuerza laboral calificada para aprovechar la interfaz de usuario, lo que aumenta el riesgo de que la tecnología eventualmente aumente la desigualdad entre países.

La UI también podría afectar la desigualdad de ingresos y riqueza dentro de los países. Es posible que veamos una polarización dentro de las clases de ingresos: los trabajadores que pueden aprovechar la IA verán aumentar su productividad y sus salarios, mientras que los que no pueden quedarse atrás. Las investigaciones muestran que la inteligencia artificial puede ayudar a los trabajadores menos experimentados a aumentar su productividad más rápidamente. A los trabajadores más jóvenes puede resultarles más fácil aprovechar las oportunidades, mientras que a los trabajadores de mayor edad les puede resultar difícil adaptarse.

El efecto sobre los ingresos dependerá en gran medida del grado en que el SD complemente a los trabajadores de altos ingresos. Si el UI complementa significativamente a los trabajadores de mayores ingresos, puede conducir a un aumento desproporcionado de sus ingresos. Además, es probable que el aumento de la productividad de las empresas que adoptan el UI aumente la rentabilidad del capital, lo que también puede beneficiar a las personas con ingresos altos. Ambos fenómenos podrían aumentar la desigualdad.

En la mayoría de los escenarios, es probable que la IA aumente la desigualdad general, una tendencia preocupante que los formuladores de políticas deben abordar de manera proactiva para evitar que la tecnología aumente aún más las tensiones sociales. Es crucial que los países establezcan redes integrales de seguridad social y ofrezcan programas de reciclaje a los trabajadores vulnerables. Al hacerlo, podemos hacer que la transición hacia la inteligencia artificial sea más inclusiva, proteger los medios de vida y limitar la desigualdad.

Un mundo inclusivo impulsado por la inteligencia artificial

La inteligencia artificial se está incorporando a empresas de todo el mundo a un ritmo vertiginoso, lo que no hace más que subrayar aún más la necesidad de que las autoridades actúen.

Para ayudar a los países a diseñar las políticas adecuadas, el FMI ha desarrollado un índice de preparación para la IA que mide la preparación en áreas como infraestructura digital, capital humano y políticas del mercado laboral, innovación e integración económica, y regulación y ética.

Por ejemplo, el componente de política de capital humano y mercado laboral evalúa elementos como los años de escolaridad y la movilidad en el mercado laboral, así como la proporción de la población cubierta por redes de seguridad social. El componente de normativa y ética evalúa la adaptabilidad del marco legal del país a los modelos de negocios digitales.

Basándose en el índice, los empleados del FMI evaluaron el nivel de preparación de 125 países. Los hallazgos muestran que las economías más ricas, incluidas las desarrolladas y algunas en desarrollo, generalmente están mejor preparadas para adoptar la IA que los países de bajos ingresos, aunque existen diferencias significativas entre los países. Singapur, los Estados Unidos de América y Dinamarca lograron las puntuaciones más altas del índice basándose en buenos resultados en las cuatro categorías monitoreadas.

Según los hallazgos del Índice de preparación para la IA, las economías desarrolladas deberían priorizar la innovación y la integración de la IA al tiempo que desarrollan marcos regulatorios sólidos. Este enfoque fomentará un entorno de UI seguro y responsable y ayudará a mantener la confianza pública. Para las economías emergentes y en desarrollo, sentar una base sólida mediante la inversión en infraestructura digital y una fuerza laboral capacitada digitalmente debería ser una prioridad.

La era de la inteligencia artificial está a la vuelta de la esquina y todavía está en nuestro poder garantizar que traiga prosperidad para todos.


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